sábado, 20 de octubre de 2007

El gato de Schrödinger al callejón


Me disponía a compartir con vosotros un rato de entretenimiento en compañía del famoso gato de Schrödinger, experimento virtual que comienza con este animal metido en una caja, junto a ciertos utensilios, y que acaba con el gato en un estado tan extraño que está vivo y muerto a la vez...
cuando hizo su aparición un revoltijo de sombras de otros gatos, que exigían ser reconocidos. Y se armó este gatuperio:

El gato, a secas, es mamífero carnívoro de la familia de los felinos. El doméstico es muy apreciado, pero también lo es, por escaso, el salvaje gato montés.

El gato industrial es un aparato que, situado debajo de una carga, puede elevarla a cierta altura. Propio de esta especie es el estimado artilugio del maletero, enroscado sueño de gato que aguarda paciente la hora de saltar al asfalto.

Il Gattopardo, novela del italiano Lampedusa, magistralmente llevada al cine por Visconti. Es además gato-listo, y nos explica como es eso de cambiar todo para que nada cambie.

El gato con botas, cuento popular de gran arraigo, del que continuamente salen nuevas versiones de aprovechados, que igualmente se ponen las botas.

Gato por liebre. Ese que, sin pedirlo, a todos nos han servido alguna vez.

El gato público, una variante del anterior. Técnicamente es el conjunto de pagos que lleva a cabo el Estado para satisfacer las necesidades colectivas. Ya saben, sanidad, educación, justicia, etc.. Ahora bien, popularmente contando, entre los recortes y el outsourcing, el gasto va menguando a gato, y lo público restando en club privado (que también tiene su gato, pero encerrado).

Cuatro gatos; encima de pocos, sin importancia.

El gato de callejón. Mi preferido. El mismo que cualquier noche maullará a gritos una canción y que, como Loquillo, tiene su banda de rock'n roll (uo-uo-uoo).

Ya. En realidad, lo que de verdad, de verdad, desearíamos todos es tener siete vidas. Como los gatos. Miau.

Retomando el asunto, el caso es que al gato de Schrödinger la fama le viene por...

Eh!!, el dichoso gato se ha escapado (seguro que al callejón). Intentaré traerlo al siguiente post.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿y las gatas para cuando?
saludo

Anónimo dijo...
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